¿Por qué deberías hacer una auditoría SEO de tu web?
Hacer una auditoría SEO de nuestra web es la forma más eficaz de entender en qué punto se encuentra nuestro proyecto y, a partir de ahí, con todos los datos en la mano, tomar decisiones estratégicas acerca de nuestra presencia online, nuestras acciones SEO pasadas y futuras y nuestros objetivos de negocio.
Dicho de forma resumida: antes de decidir hacia dónde vamos, debemos determinar de qué punto partimos. Y esto lo conseguiremos mediante una auditoría SEO de la web.
Debemos comprender que mejorar el posicionamiento SEO de una página web implica muchas acciones diferentes: desde la corrección de errores hasta la creación de contenidos optimizados, pasando por el linkbuilding o el análisis del tráfico, por citar solo algunas.
Así pues, ¿por dónde empezamos? ¿Qué errores son los más importantes? ¿Qué frentes debemos priorizar? ¿Cuáles son nuestros puntos débiles?
Una auditoría SEO dará respuesta a todas esas preguntas y nos ayudará a preparar una estrategia de posicionamiento web planificada expresamente en base a las características de nuestro sitio web, sus puntos fuertes y sus carencias.
Al fin y al cabo, un consultor SEO tiene que obtener resultados, sí, pero no solo eso: quiere que lleguen en un lapso de tiempo lo más reducido posible y, para ello, además debe optimizar el presupuesto y los recursos (a menudo reducidos) de los que disponga.
Esto solo puede lograrse si se dispone de un plan claro, detallado, en el que se establezcan, jerarquizadas, las acciones que hay que realizar, las prioridades y los plazos.
En definitiva, la auditoría SEO es la base sobre la que se construye el éxito de una web. Creemos, por lo tanto, que merece la pena conocer más en profundidad cómo se realiza una auditoría SEO y cuáles son los principales puntos de nuestra web que se analizarán en ella. ¡Vamos allá!
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¿Cómo se estructura una auditoría SEO?
Normalmente, una auditoría SEO estudiará cuatro aspectos fundamentales de nuestro sitio web:
- Rastreo.
- Indexación.
- Contenido.
- Popularidad.
El estudio de cada uno de estos aspectos, que podríamos considerar los pilares del rendimiento de nuestra web, nos ayudará a obtener una radiografía sobre su estado de salud, sus problemas más acuciantes y los principales puntos de mejora. Vamos ahora a analizarlos uno por uno.
Rastreo: comprobar si se lo estamos poniendo fácil a los buscadores.
La base del SEO es que los crawlers (llamados habitualmente arañas o bots) de los buscadores como Google encuentren nuestra web, la rastreen completamente y la “digieran” sin problemas.
Obviamente, nos interesa que esa tarea les resulte lo más sencilla posible y, para ello, hay tres archivos que debemos preparar y subir a nuestra web, asegurándonos de no contienen ningún error:
- txt. Mediante este archivo, indicaremos a los crawlers qué secciones de nuestra web queremos que rastreen y, sobre todo, cuáles no. Es útil para conseguir que los buscadores se centren en el contenido que realmente nos interesa que indexen, y dejar fuera secciones como el aviso legal o la política de cookies. En una auditoría SEO, tendremos que verificar que el archivo robots.txt no contiene errores de formato, está subido correctamente al directorio raíz de la web y no es bloqueado por ningún recurso interno (CSS o JS).
- Mapa web o sitemap.html. Con este archivo, los crawlers podrán explorar nuestro sitio web de forma más eficiente, ya que dispondrán de un mapa previo que les indicará qué URL nos interesa posicionar. En nuestra auditoría SEO, comprobaremos que el sitemap.html contiene, únicamente y sin errores, las URL a las que queremos dar prioridad.
- xml. Por último, este archivo nos servirá para proporcionar a los buscadores un mapa completo de nuestro sitio web, con todas las páginas que incluya nuestro dominio. Además, podremos indicarles a los crawlers el esquema jerárquico de las diferentes URL y darles otras pautas de navegación.
Indexación: verificar que las URL que nos interesan están indexadas.
Muchas personas aún confunden rastreo con indexación. Esto, aunque comprensible, es un error: los bots de Google y otros buscadores pueden rastrear una URL (es decir, entrar en ella e inspeccionar sus contenidos), pero no indexarla, es decir, no subirla al índice. Existen múltiples motivos por los que una página puede ser descartada: por ejemplo, es contenido duplicado, contenido de baja calidad, etc.
En una auditoría SEO, debemos cerciorarnos de que todas las páginas de la web que queremos posicionar están efectivamente indexadas. Podemos comprobarlo en la sección “Inspección de URL” en Google Search Console, o introduciendo site:miweb.com en la búsqueda de Google. En ambos casos, obtendremos una lista de las URL que han sido indexadas.
¿Qué páginas tienen que estar indexadas y cuáles no? Ese es otro punto que habrá que estudiar en la auditoría SEO. Normalmente, querremos ver indexadas en Google todas aquellas páginas que nos aporten algo positivo de cara al buscador y los usuarios: páginas de ventas, páginas con información sobre nuestro negocio, artículos de blog, etc.
Páginas como la de agradecimiento tras completar un formulario, o la que indique errores de navegación, tienen que estar presentes en la web, desde luego, pero los usuarios no deberían poder acceder a ellas desde la búsqueda de Google.
Contenido: análisis de los diferentes contenidos de nuestro sitio web.
El estudio de los contenidos de la web es una parte muy importante de la auditoría SEO. Tendremos que asegurarnos de que no contienen errores y son adecuados, por sus características, para nuestros objetivos de posicionamiento.
Esto implica repasar los siguientes puntos:
Evaluar la densidad de palabras clave
Cada URL debe estar optimizada para una sola palabra clave, eso es lo básico. La palabra en cuestión debe aparecer en suficientes sitios de la página, pero no debemos caer en el error de utilizarla continuamente: sería sobreoptimización, una práctica que Google penaliza; además, los usuarios la percibirán como poco natural y huirán de ella.
Al escribir, siempre debemos recordar que nuestro objetivo principal es que los contenidos los lean personas, no máquinas.
Detectar canibalizaciones
La canibalización de keywords es un fenómeno con el que nos encontraremos si tenemos dos o más páginas de la web optimizadas para la misma palabra clave.
Cuando eso sucede, el buscador no sabe cuál de ellas es la relevante para esa búsqueda de los usuarios, y el resultado final será, como podemos imaginar, que todas se verán perjudicadas en el ranking.
Como decíamos en el punto anterior, cada palabra clave debe ir asociada a una única URL, a una sola intención de búsqueda. Evitaremos el problema de las canibalizaciones con mayor facilidad si creamos nuestros contenidos siguiendo un calendario editorial elaborado sobre la base de un buen keyword research previo.
Evitar contenidos duplicados
Aunque no nos demos cuenta, podemos tener problemas con el contenido duplicado por muchos motivos más allá del más evidente, que es copiar contenidos de otros sitios web. Por ejemplo, en un eCommerce puede haber productos muy similares entre sí, con los mismos contenidos en sus fichas salvo por algunas características aisladas.
Estas duplicidades pueden ser difíciles de detectar, pero es imprescindible identificarlas y determinar su porcentaje frente al volumen total de contenidos de la web, por lo que es otra de las cuestiones a las que se concederá prioridad en una auditoría SEO.
Canonicalizar contenidos
Si en nuestra web tenemos dos o más URL muy parecidas, la etiqueta Canonical será un recurso muy útil para indicarle a Google cuál de ellas queremos posicionar. De esta forma, evitaremos la canibalización de la que hablábamos líneas arriba.
Debemos usar esta etiqueta solo cuando corresponda, para protegernos frente al contenido duplicado, y siempre insertándola en la parte superior de la página, antes del cierre del <head>.
Jerarquizar correctamente los encabezados
Los encabezados de una web (H1, H2, H3, etc.) son muy importantes para jerarquizar y estructurar los contenidos de nuestra web. Tal y como hemos explicado, nuestro objetivo es que los buscadores entiendan y procesen con facilidad de los contenidos de la web, y organizarlos adecuadamente es una de las mejores formas de ayudarles.
No debemos olvidarnos de utilizar los encabezados en orden (nunca un H2 sin un H1 previo, por ejemplo), desgranando los contenidos de forma progresiva y coherente. También, y si es posible, debemos evitar alcanzar demasiada profundidad (con H5 y posteriores), ya que estaríamos indicándole al buscador que esa parte del contenido es muy poco importante.
Popularidad: la importancia de los enlaces internos y externos
La popularidad de una web hace referencia a volumen de enlaces internos y externos. Se trata, por lo tanto, de un concepto que se aplica tanto en el SEO on page como en el SEO off page. El nivel de popularidad es, en ambos casos, muy importante.
A través de una estrategia de enlazado interno correctamente trazada, lograremos aportar mayor fuerza, mayor relevancia, a aquellas páginas de nuestra web que sean especialmente interesantes para nosotros. Y los enlaces externos, por su parte, indicarán a Google y otros buscadores lo interesantes que nos consideran los demás.
En una auditoría SEO, debe considerarse no solo el número general de enlaces, sino también si el perfil general de enlazado es o no natural, la coherencia, los anchor texts utilizados y el porcentaje de enlaces perjudiciales.
En muchas ocasiones, calidad es mejor que cantidad: de nada nos servirá tener un gran número de enlaces si son de muy bajo nivel o procedentes de webs nocivas o, simplemente, no relacionadas con nuestra temática.
Análisis general del posicionamiento web
Además de identificar problemas, puntos de mejora y oportunidades, una auditoría SEO también debe servirnos para comprender dónde está nuestra web, con sus características actuales, a nivel de posicionamiento SEO: numero de palabras clave posicionadas y su relevancia, situación frente a la competencia, análisis del tráfico web (volumen, procedencia, calidad, etc.) y otros factores.
En conjunto, y como ya señalábamos, una auditoría SEO realizada por un consultor profesional debería ser nuestro punto de partida. Cuando se trata de mejorar el posicionamiento SEO de una web, las acciones genéricas valen de poco: necesitaremos soluciones específicas, medidas diseñadas en base a la situación real y el potencial de nuestro proyecto.
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